Doctor de la Iglesia es un título que concede el Papa a ciertos santos por
su erudición y en reconocimiento como eminentes maestros de la fe para los
fieles católicos de todos los tiempos. Son por tanto personas que han ejercido
una influencia especial sobre el desarrollo del cristianismo, sentando las
bases de la doctrina sucesiva.
San Juan de
Ávila, nacido en Almodóvar del Campo será nombrado DOCTOR DE LA IGLESIA por
Benedicto XVI este próximo domingo 7 de octubre, festividad de la Virgen del
Rosario.
Nació en 1500,
aunque otras fuentes citan 1499, en la población manchega de Almodóvar del
Campo, el 6 de enero y falleció en Montilla (Córdoba) el 10 de mayo de 1569. Fue
beatificado el 4 de abril de 1894 por León XIII y canonizado por Pablo VI en
1970. Desde 1946 es patrono de la Iglesia Española.
Marcha a
estudiar a Salamanca en 1514, pero empujado por su devoción vuelve a su natal Almodóvar,
donde comienza a hacer vida de dura penitencia, para marcharse en 1520 a
estudiar artes y teología a Alcalá de Henares.
Es ordenado
sacerdote en 1526. Vendió todos los bienes que le habían legado y repartió el
dinero a los pobres, para después dedicarse enteramente a la evangelización,
empezando por su mismo pueblo.
Fue gran
predicador que convocaba a mucha gente y tenía amplio seguimiento, lo cual
provocó no pocas envidias por lo que fue denunciado por algunos clérigos en
Sevilla y, consecuentemente, fue procesado por la Inquisición en 1531, llegando
a ser encarcelado. A ello no ayudó el hecho de que su padre tuviese ascendencia
judía.
Absuelto de
todos sus cargos, en 1535 se traslada a la Diócesis de Córdoba, llamado por su
Obispo, dónde comienza a predicar por pueblos y ciudades logrando la conversión
de importantes personajes, como Juan Ciudad que sería San Juan de Dios o el Duque
de Gandía, que sería San Francisco de Borja.
También
predicaría por numerosos pueblos de Ciudad Real y Extremadura. Fundó numerosos
seminarios y colegios y animó a la creación de la Compañía de Jesús. Organizó
la Universidad de Baeza. Enfermó en 1554, pero aún siguió en activo quince años
más hasta que empeoró visiblemente en 1569 y murió el mismo año en Montilla
(Córdoba), donde está enterrado.
Además de gran predicador realizó numerosos escritos ascéticos y epistolarios, así como al menos tres libros. En este sentido se le atribuye el soneto anónimo "No me mueve, mi Dios, para quererte...". De sus famosos sermones no se conserva ninguno completo.
Parroquia de Almodovar del Campo |
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