27 de enero de 2013

 


El profesor de Educación Secundaria Modesto Lázaro mostró a los presentes brillantemente y con la maestría de quien lleva más de 20 años en la docencia durante una hora, en la Casa de Hermandad del Santo Entierro, cual es el estado actual de los jóvenes frente a la Iglesia, como se comportan y como se debe intentar realizar una buena enseñanza de la fe hacia ellos.

Su intervención se basó en cuatro puntos básicos. En el primero de ellos informó del ambiente actual de poco interés o de rechazo incluso de los jóvenes hacia la Iglesia que él percibe, indicando que se puede deber a la época que estamos viviendo, de cambio de valores cívicos, culturales, la pérdida de la misión educadora de la familia, la percepción que se tiene de la Iglesia de entidad obsoleta y antigua, además de los cambios que se van produciendo en los propios cristianos.

"Los que nos llamamos cristianos", dijo "no nos diferenciamos mucho en nuestro estilo de vida de quienes no se consideran como tales, no leemos la Biblia, dudamos de muchos aspectos del cristianismo, no nos sentimos obligados a seguir el mensaje de la Iglesia y cada uno se reserva el derecho de pensar y creer por su cuenta".

En un segundo punto explicó las causas que están afectando negativamente a la transmisión de la fe, destacando que las sociedades modernas han dejado de ser cristianas, habiéndose producido una ruptura total en la Iglesia y la cultura dominante. El relativismo en el que nada tiene consideración de verdad absoluta o dogma de fe, el consumismo, la pérdida de credibilidad de la Iglesia como institución, debido también a la imagen tan negativa que se proyecta desde los medios de comunicación, incluyendo por supuesto el factor de autocrítica, ya que a veces el mensaje que se quiere transmitir es poco inteligible, son otras de las causas.

"Los valores del Evangelio y los valores de la sociedad están en contradicción, hoy interesa lo práctico, lo concreto y lo rentable. El sentido trascendente de la persona se niega y a la Iglesia no se le reconoce capacidad o derecho para participar en el mundo", indicó.

En el tercer apartado realizó una síntesis sobre cual debe ser la actitud antes esta situación, indicando como se debe hablar a los jóvenes en el desconcierto que estamos viviendo, ofreciendo como una de las claves al evangelizador. Éste debe serlo y parecerlo, debe vivir y tener una auténtica identidad cristiana, debe tener serenidad y paciencia y sobre todo mucho amor y confianza en los jóvenes.

 "Los evangelizadores no pueden ser personas preocupadas, agobiadas por los cambios, deben saber escuchar, aprender, adoptando una actitud positiva ante los cambios, sin añorar el pasado. Quien huye del presente, huye de Dios". Además añadió que "el evangelizador debe cuidar el lenguaje verbal y el no verbal, cuidar el clima de alrededor, hacer que el joven se sienta bien y se sienta valorado. Una persona transmite más por lo que es que por lo que dice"

En cuarto punto señaló varias posibilidades de transmisión de la fe, en la que destacó que las Cofradías y Hermandades tienen un gran papel. Dentro de estas posibilidades destacó la realización de una búsqueda en común jóvenes-evangelizadores, una necesidad de aprender todos de todos, el ir a lo esencial siempre, con lenguaje claro y sencillo, salir del templo, buscar una mayor implicación en los padres como educadores de primer nivel y transmisores de la fe y realizando un cambio en la comunidad cristiana.

"No estamos convencidos de la hermosura de la fe y nos dejamos aplastar por el ambiente. hay que hablar de la alegría de haber encontrado a Dios en nuestro corazón, sin frases hechas, hablando desde el convencimiento, con felicidad. transmitir el amor a la vida, la serenidad ante los problemas, descubrir el mundo interior del joven..."

"En la familia se debe vivir el amor verdadero a Dios, no un amor aparente de lecciones severas, ofreciéndo calor, sin reproches, ofreciendo la felicidad que se tiene al joven, compartirla con el, dedicarles más tiempo, convivir con ellos, creer en sus capacidades y darles a entender que se les entiende y se confia en ellos"

"Hay que utilizar el lenguaje del cariño, de la amistad y de la comprensión". "La fe no se puede transmitir, podemos exponer su contenido, pero creer es un acto personal, por eso no se puede forzar a creer, sino ofrecer el conocimiento de Dios, su enseñanza". 

"Comunicar la fe significa ofrecer a los jóvenes nuestra experiencia de vida, de miembros de la Iglesia, para que ellos por si mismos en libertad accedan a la fe, también movidos por la gracia de Dios"

"No es eficaz la seguridad del que habla, si no la sinceridad, buscar la verdad junto a los jóvenes explicándoles porque uno mismo tiene fe y cree, pero sin considerar que ya tenemos esa fe como sumo conocimiento inamovible, sino intentar ampliar junto con los jóvenes ese conocimiento previo. Hay que hablar a los jóvenes de lo grande del amor de Dios, la fuerza apasionante Espirutu Santo, la grandeza del mensaje y la amistad de Jesus"

"La comunidad cristiana tiene que cambiar, tiene que ser más evangélica, un grupo de referencia para los jóvenes, tenemos que ser un grupo de personas que se quieren, que no juzgan, que viven con sencillez y que se preocupan por los pobres"

Para finalizar ofreció 6 claves para poder evangelizar a los jóvenes: 
1. Convencerles de que se deben dejar evangelizar, visualizando a Jesús como un amigo.
2. Ofrecer desde el colegio, la Parroquia o la Cofradía, la catequésis.
3. Crear grupos juveniles de oración, como grupos de profundización en la fe para que vivan experiencias fuertes de acercamiento a Dios.
4. Empujarles a dejar su comodidad, apatía, indiferencia y lejanía hacia todo lo que tiene que ver con la Iglesia y sus valores evangélicos.
5. Darles a conocer el testimonio y la vida de muchos hombres y mujeres que por su fe han entregado su vida a los demás, como ejemplo.
6. Hacerles comprender que la oración es la actitud fundamental del creyente.

El Hermano Mayor del Santo Entierro hizo entrega al término de la conferencia a Modesto Lázaro de un detalle en agradecimiento por su intervención. El ciclo de conferencias sobre el Año de la Fe continúa el próximo sábado 16 de febrero, a las 18:00 h, con la conferencia: "La transmisión de la fe en la familia".




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