Las palabras que un joven
alcazareño relataba al contemplar como el misterio de la Oración en el Huerto
partía de la Iglesia de la Santísima Trinidad para ser trasladado al
guardapasos, no pueden relatar mejor la angustia que vivía en esos momentos
nuestra Semana Santa. Palabras de hondo calado que deberían retumbar en la cúpula
de la hermandad y del resto de cargos de las cofradías alcazareñas.
Acabo de vivir uno de los momentos que más temía, que se llevaran al Señor de la Oración de la Trinidad. Envuelto en plásticos, sin palmera y olivo esperaba el señor en el pretil a que se lo llevaran. Esto señores es como el AVE por Alcázar, no se ha defendido y cada vez tenemos una estación cutre y pobre de trenes, y la Oración en el Huerto escondida en un rincón trinitario cogiendo polvo, pero por lo menos tenía un templo en el que rezarle (pocos lo hacemos) y por no defender su sitio, lo han echado de la trinidad para poner en esa capilla a los "Mártires". Si ya cogía polvo...ahora ni te cuento. Alcázar!!! No hemos sido capaces de velar por el señor ferroviario, eso nos diría él, al igual que le dijo a sus discípulos en el huerto de los olivos.
Pedro Huertas
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