El proceso diocesano de la causa de canonización será clausurado este próximo lunes 24 de junio por nuestro Obispo Don Antonio Algora
El Monasterio de las Monjas Concepcionista de Alcázar de San Juan vivirá el día 24 de junio, festividad de San Juan Bautista, un hecho histórico, no sólo para el Monasterio sino para la propia ciudad de Alcázar al cerrarse el proceso diocesano de canonización abierto el 8 de noviembre de 2010, de una gran mujer, monja concepcionista, que fue abadesa del monasterio alcazareño desde 1970 hasta su fallecimiento en olor de santidad en 2004.
Consagró toda su vida a reformar la Orden de la Inmaculada Concepción, siguiendo directrices del Concilio Vaticano II, preconizando una "vuelta a las fuentes" reavivando el concepto y las directrices de la fundadora de la orden, Santa Beatriz de Silva.
El cierre del proceso diocesano de la causa de canonización de la Sierva de Dios Madre Mercedes de Jesús Egido abre camino al siguiente paso, la obtención de la condición de Venerable, paso previo a la beatificación y posterior canonización, si procede.
Se tratará de la primera vez en la que una religiosa de un monasterio alcazareño alcanza esta condición exceptuando las causas abiertas por los tristes sucesos de la guerra civil. Además se da la circunstacia que lo será por una importante reforma dentro de la Orden, que nació en nuestro querido "Corazón de la Mancha".
LA MADRE MERCEDES DE JESUS EGIDO IZQUIERDO nació en
Salamanca el día 29 de marzo de 1935 Ingresó en la Orden de la
Inmaculada Concepción el 25 de octubre de 1953, en el Monasterio de La
Puebla de Montalbán, Toledo y tomó el hábito el 27 de abril del año
siguiente. Hizo su Profesión temporal el 12 de mayo de 1955 y la Solemne
el 16 de mayo de 1958. El 20 de enero de 1964 fue trasladada por la
Federación a Alcázar de San Juan, Ciudad Real. Fue elegida Abadesa del
Monasterio el 23 de enero de 1970. Este cargo lo desempeñó ejemplarmente
durante treinta y dos años, con una entrega incansable a su Comunidad y
Orden. Fundó un Monasterio en Campo de Criptana, Ciudad Real.
Movida por el Espíritu Santo y por las directrices del Concilio Vaticano II sobre la “adecuada renovación de la vida religiosa” - vuelta a las fuentes – (Decreto Perfectae Caritatis), llevó a cabo la misión que Dios le encomendó dentro de su querida Orden: desempolvar el carisma de Santa Beatriz de Silva, Fundadora de la Orden Concepcionista, enterrado durante cinco siglos por circunstancias históricas. Después de largos años de oración, sacrificio, trabajos y sufrimientos, el día 8 de septiembre de 1996, Natividad de la Virgen María, recibió este Monasterio de Alcázar de San Juan el Decreto de aprobación a las enmiendas de las Constituciones Generales de la Orden, manteniéndose con ello miembro de la Orden de la Inmaculada Concepción. ¡Daba por bien empleados los 27 años que había costado conseguirlo!
Murió como vivió: siempre mirando al cielo, en olor de santidad, el día 3 de agosto de 2004 en el Monasterio de Alcázar de San Juan, Ciudad Real, España.
Movida por el Espíritu Santo y por las directrices del Concilio Vaticano II sobre la “adecuada renovación de la vida religiosa” - vuelta a las fuentes – (Decreto Perfectae Caritatis), llevó a cabo la misión que Dios le encomendó dentro de su querida Orden: desempolvar el carisma de Santa Beatriz de Silva, Fundadora de la Orden Concepcionista, enterrado durante cinco siglos por circunstancias históricas. Después de largos años de oración, sacrificio, trabajos y sufrimientos, el día 8 de septiembre de 1996, Natividad de la Virgen María, recibió este Monasterio de Alcázar de San Juan el Decreto de aprobación a las enmiendas de las Constituciones Generales de la Orden, manteniéndose con ello miembro de la Orden de la Inmaculada Concepción. ¡Daba por bien empleados los 27 años que había costado conseguirlo!
Murió como vivió: siempre mirando al cielo, en olor de santidad, el día 3 de agosto de 2004 en el Monasterio de Alcázar de San Juan, Ciudad Real, España.
Biografia tomada de la web del Obispado de Ciudad Real
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