Este es el título del artículo que una persona anónima ha escrito en el diario de Alcázar y su comarca "El Semanal de la Mancha" en la edición de la semana comprendida entre el viernes 9 de Abril y el Jueves 15 de Abril y que a continuación paso a reproducir textualmente como aparece en el citado periódico."Son ya varios años los que sigo el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, la procesión del Santo Entierro y la de Nuestro Padre Jesús Resucitado, contemplando y admirando como una cuadrilla de costaleros de la Cofradía del Santo Entierro demuestran la calidad y compromiso cofrade con la maestría y el arte de saber llevar un paso.
Quiero aprovechar esta oportunidad para felicitarles por su esfuerzo y espíritu de sacrificio, que no solo demuestran en estas fechas sino trabajando todo el año, siempre disponibles, haciendo gala en todo momento de su compañerísmo.
En mi opinión, derrochan una calidad humana, ternura y cariño que transmiten en cada paso a los fieles que como yo seguimos las procesiones y nos hacen sentir a Cristo más y más cerquita.
Quiero destacar la capacidad que tienen para llegarnos al corazón, exhibiendo su impecable manera y destreza al llevar nuestro querido Cristo Yacente y Resucitado. Admirables son los pasos al ritmo de su Banda, y que sobrecogen con sus marchas (este año estrenando la suya propia).
No puedo olvidarme de felicitar también a las costaleras/os de Nuestra Señora de la Soledad, considerando que no tenéis límite alguno para demostrar respeto, nobleza, superación y voluntad.
Termino estas líneas reiterando mi agradecimiento por hacerme participe del sentimiento con el que costaleros y costaleras guiáis a Cristo en procesión."
Enhorabuena al autor de este emotivo texto que vuelvo a repetir firma con el nombre de "Anónimo" pero que con sus palabras animarán a las cuadrillas de esta Cofradía a seguir trabajando para llegar a transmitir a los alcazareños este tipo de emociones, función principal de una Cofradía, transmitir Fe; con cosas así uno ve que tanto esfuerzo si que tiene recomponsa y por lo tanto merece la pena.
Fotografía: Felix Peñuela
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