A las 22:30, hora de salida, la Junta Directiva de la Real, Ilustre, Antigua y Franciscana Hermandad Sacramental del Santísimo
Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Concepción y Santa
Vera Cruz, conocida también por "Los Jóvenes" o "Los Estudiantes", se reunía con carácter extraordinario para decidir sobre la realización de su Estación de Penitencia.
La decisión tomada fue la de esperar 30 minutos y comprobar el estado del tiempo en ese momento. De este modo llegadas las 23:00 horas y comprobando que no llovía decidieron salir a acompañar al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Concepción por las calles de Alcázar.
En primer lugar, abriendo el cortejo, tras la Cruz de Guía el Paso del Niño de la Veracruz portado por sus jóvenes costaleros, que habían puesto una gran ilusión y esfuerzo en toda la preparación cuaresmal para este importante día.
Tras ellos el cuerpo de nazarenos de la Hermandad, que pese al mal tiempo era bastante numeroso, que cerraba una representación de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de Santa Quiteria. Tras la representación un nazareno hacia sonar una campana con toques firmes y acompasados, invitando al silencio y la oración.
Y cerrando el cortejo el Paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Concepción, portado también por costaleros, aunque estos de mayor edad que los del primer Paso. Ambos Pasos con adorno floral sobrio realizado por los propios hermanos de la Cofradía.
Sobre las 23:45, cuando la Cruz de Guía trascurría por la calle Tribaldos, a punto de tomar la calle Castelar, comenzó a llover con fuerza, lo cual hizo que la organización de la Estación de Penitencia se decidiese por acortar el recorrido bajando la calle Canalejas, para tomar después la calle San Francisco y llegar así al Altozano.
Las Imágenes se cubrieron con plásticos y el cortejo avanzó con dignidad pero con la rapidez propia del momento y la necesidad de evitar que Pasos y enseres se mojasen más. De esta forma en torno a las 0:30 hizo su entrada el Santísimo Cristo de la Buena Muerte en su sede canónica, fianlizándose con el rezo del Padre Nuestro y el Ave María, entre caras de satisfacción por haber podido salir a la calle y cierto amargor también por no haber podido completar el recorrido.
Este ha sido el tercer año consecutivo en el que la lluvia ha impedido realizar a la Hermandad de los Estudiantes su recorrido completo, debiéndo incluso en 2012 quedarse sin salir del Templo. Esperamos y deseamos que el próximo año y los futuros puedan los miembros de esta Hermandad acompañar a sus Titulares por las calles de nuestro pueblo sin la presencia de la lluvia
Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed"
Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca.
Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: "Todo está cumplido." E inclinando la cabeza entregó el espíritu.
Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado - porque aquel sábado era muy solemne - rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran.
Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis.
Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No se le quebrará hueso alguno
Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
(Jn 19, 28-37)
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