17 de abril de 2014


A las 23:00 h comenzaba el rezo del Vía-Crucis en el interior de la Parroquia de Santa Quiteria V.M. Una vez rezada la primera estación la procesión con el crucificado de la Expiación comenzaba a discurrir por las calles de Alcázar. La A.M. "El Perdón" de Alcázar de San Juan abría el cortejo junto a la cruz guía que era portada por jóvenes de la cofradía. tras ellos el estandarte del Stmo. Cristo y dos filas de nazarenos ataviados con las características túnicas de raso rojo. Portando faroles en metal plateado alumbraban las filas el paso del Crucificado.




A lo largo del recorrido que discurrió por el itinerario de costumbre se fueron desarrollando las distintas estaciones del Via-Crucis meditando cada una de ellas hasta volver de nuevo al templo hacia las 2:00 h y rezar allí la ultima de las mismas: Cristo sepultado. El paso del Cristo de la Expiación fue portado a un hombro por cargadores ataviados con túnica y antifaz, algo propio y acorde con la penitencia y el anonimato que requiere un desfile procesional en Semana Santa. El paso era exornado con el característico y tradicional monte de claveles rojos y rosas rojas. La principal novedad que presentaba la cofradía era el estreno del INRI que portaba la cruz que ha sido realizado por el joven imaginero local Pedro Huertas y la megafonía con la que se mejoraba el sonido para la lectura y rezo del Via-Crucis. 






CRISTO DE LA EXPIACIÓN


El sol se os­cu­reció y el velo del Templo se rasgó por la mitad. Tembló la tierra… Es el mo­mento sa­grado de con­tem­pla­ción. Es mo­mento de ado­ra­ción, de si­tuarse frente al cuerpo de nuestro Redentor: sin vida, ma­cha­cado, tri­tu­rado, col­gado…, pa­gando el precio de nues­tras mal­dades…

Señor, pequé, ¡ten mi­se­ri­cordia de mí, pe­cador! Como se reza en el Vía Crucis del Martes Santo alcazareño.

Jesús muere por todos nosotros. Jesús nos acerca la mi­se­ri­cordia de Dios. Jesús paga todo lo que nosotros debemos. ¿Qué hacemos nosotros por Él?
 Ante el drama de tantas per­sonas cru­ci­fi­cadas por di­fe­rentes siuaciones, ¿luchamos por ex­tender y pro­clamar la dig­nidad de la per­sona?
Santísimo Cristo de la Expiación que tu Imagen entregando tu vida al Padre nos haga sentirnos participes de tu enorme sacrificio y nos conmueva para entregarnos a los demás... 


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