A pesar de la amenaza de lluvia y una
considerable bajada de temperaturas el Domingo de Resurrección amaneció con un
sol radiante de día de celebración grande.
La Cofradía del Santo Entierro, que
pusiera en la calle en su manifestación de fe del Viernes Santo el “anunciamos
tu muerte”, puso en la mañana del Domingo Santo el “proclamamos tu
resurrección”.
Salió el Resucitado, a las 11:00 en
punto, en su nuevo Paso por la puerta del Atrio de la Parroquia que da al
Torreón, irrumpiendo en la plaza de Santa María a la espera de su Madre, que lo
hizo por la puerta del atrio habitual.
Ambas Imágenes se encontraron frente a
frente bajo el Camarín de la Virgen del Rosario, en el que es, litúrgicamente
hablando, el encuentro más importante y que más debe celebrarse en cuantas
procesiones salen a la calle.
El nuevo Paso del Resucitado
presentaba respiraderos y faldones en tela, con canasto en bruto y candelabros
tallados, habiendo ganado en proporcionalidad y volumen con respecto al
anterior. Fue acompañado musicalmente por la Banda de Cornetas y Tambores
“Cristo de la Elevación” de Campo de Criptana, que pudo quitarse la espina del
año pasado, interpretando “Y elevándose resucitó”, marcha compuesta sobre el
Himno de la JMJ para ser estrenada en 2012, que hubo de serlo en 2013, nada más
revirar el Paso del Resucitado tras el Encuentro.
La Banda de Música de Alcázar de San
Juan acompañó musicalmente a Nuestra Señora de la Soledad, en una
interpretación magnífica de todo su repertorio y en especial de las nuevas
marchas que poco a poco van incorporando.
Los hermanos y hermanas de la Cofradía
no respondieron en el mismo número que lo hacen el Viernes Santo en el
acompañamiento a sus titulares, si bien, poco a poco, se van incorporando más
hombres al anuncio de la Resurrección.
En torno a las 14:30 horas entraba el
Paso de Palio a la Parroquia de Santa María, habiendo hecho lo propio el del
Resucitado minutos antes, cerrándose la jornada con una oración dirigida por el
Párroco de Santa María.
La Resurrección había quedado
proclamada por las calles de Alcázar.
EL RESUCITADO
Descansó unas horas para que, al
tercer día, supiésemos descubrir que en el sepulcro vacío está la verdad de
todo lo que nos indicó y recordó estando con vida.
Descansó unas horas y cuando las
tinieblas parecían tener la palabra definitiva, salió victorioso del sepulcro
para decirnos que la muerte ha sido vencida
Debemos tomar conciencia de lo que
significa que Jesús está vivo. La muerte no es un final vacío y la vida no es
una pasión inútil. Todos, en mayor o menor medida buscamos, pero a veces,
sentimos miedo de “entrar dentro del Sepulcro” como el discípulo Juan.
Debemos comprender que sólo podremos
llenarnos de la alegría de la Resurrección cuando nos vaciemos de nuestros
miedos.
Es necesario comprender, en nuestras
vidas, que el servir a los demás es la mayor fuente de alegría.
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