El Altozano de la Inmaculada esperaba espectante, como todos los años, en torno a las diez de la noche del Viernes de Dolores la salida de la Virgen de los Dolores de la Cofradía de Jesús Caído, la Verónica y la Dolorosa.
En una noche preciosa de primavera, en la que no se movía una pizca de aire siquiera, la pequeña Virgen morena salió a su Altozano con esa majestuosidad y brillante caminar que le otorgan su cuadrilla de costaleros, acompañados por la Banda de Cornetas y Tambores "Nuestro Padre Jesús del Perdón" que de nuevo dejó muestra de su progresión y valía, haciendo que de sus marchas preciosas oraciones a la Madre de Dios en el día en que recordamos el enorme dolor por la muerte de su Hijo.
Acompañada de mujeres de la Cofradía vistiendo su túnica y de una decena de mujeres de mantilla, la Dolorosa realizó su recorrido en apenas tres horas llenas de plasticidad, oración y sentimiento que, sin duda, hicieron mella en quienes la acompañaron y contemplaron.
Al parecer esta va a ser la única Procesión, junto con la Borriquita, de la Semana Santa alcazareña que se va a librar de la lluvia. Esperemos que no sea así y que la Semana grande de los cofrades se cierre tan brillantemente como se ha abierto.
Dolores de un viernes de marzo
que nunca quisiera sentir,
devienen en plegaria y ruego
a la Dolorosa del Altozano...
Madre de Dolor y de llanto
déjame ser cirio de tu Paso
para poder secar tu rostro
y alumbrar todo tu encanto.
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