29 de marzo de 2013





Servidor, como miembro de dos hermandades que es, comprende el dolor y la amargura que hermanos de túnica, portadores y portadoras de Jesús y la Virgen pueden sentir, después de tantos días de espera, de tantas y tan largas noches frias de ensayos, aprendiendo pasos, haciendo cuerpo y músculo. De hecho lo he sentido varias veces. Pero lo que se puede perder en patrimonio por la lluvia, no sólo por el dinero que cueste restaurar las Imágenes y los Pasos, sino también por que es el resultado del trabajo de muchos años, bien merece la pena y el sacrificio de esperar al año próximo.

La Junta Directiva de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado y María Santísima de los Dolores, se reunió con carácter de urgencia minutos antes de la hora prevista de comienzo de la Estación de Penitencia, decidiendo esperar hasta las ocho de la mañana, momento en el que decidió la suspensión de la salida procesional por los motivos apuntados en el párrafo anterior. Una decisión dura, que mucha gente no compartió, pero acertada.

Serán muchas las veces en las que podremos ver al Señor de Alcázar salir por el Pretil trinitario en la madrugada del Viernes Santo y encontrarse con su Madre en el Altozano y bajar la Castelar, sin depender de la lluvia y el daño que puede causar, con pleno esplendor y plena comunicación catequética a los fieles del mensaje que representa el conjunto procesional nazareno.

El tiempo no está dejando que la Semana Santa de 2013 sea completa, lo cual sucedió por última vez en 2006. Por lo menos que estas lluvias traigan riqueza a nuestra tierra, que buena falta hace.





      En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección del pueblo. Había entonces uno famoso, llamado Barrabás.

      Pilato preguntó al pueblo que estaba reunido: "¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?". Él sabía bien que lo habían entregado por envidia.

     Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: "No te mezcles en el asunto de ese justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho". Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.

      Tomando de nuevo la palabra, el gobernador les preguntó: "¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?". Ellos respondieron: "A Barrabás". Pilato continuó: "¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?". Todos respondieron: "¡Que sea crucificado!".

     Él insistió: "¿Qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: "¡Que sea crucificado!". Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto vuestro".

      Y todo el pueblo respondió: "Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos". Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
(Mt 27, 15 - 26)

Agradecemos la colaboración de Jesús J. Rivas en la realización de las fotografías

0 comentarios: